El diezmo es uno de los temas más debatidos dentro del cristianismo moderno. Para algunos es una expresión de fe y obediencia, para otros una tradición que ha perdido vigencia. Sin embargo, la verdad sobre el diezmo está profundamente enraizada en la historia bíblica y en la relación espiritual que las personas han mantenido con Dios a lo largo del tiempo.
¿Qué es el diezmo?
El diezmo, en su definición más sencilla, significa «la décima parte». Bíblicamente, hace referencia a dar el 10% de los ingresos o ganancias a Dios como acto de obediencia y reconocimiento de que todo lo que tenemos proviene de Él.
Origen bíblico del diezmo
El primer registro del diezmo se encuentra en Génesis 14:18-20, donde Abraham da el diezmo de todo a Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo:
«Y le dio Abraham los diezmos de todo.»
Otro pasaje clave está en Levítico 27:30:
«Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová.»
Esto establece que el diezmo no era simplemente una donación, sino una parte sagrada que pertenecía a Dios.
¿Cuándo comenzó a practicarse?
Aunque se asocia principalmente con la Ley de Moisés, el acto de diezmar precede a la ley escrita. Abraham diezmó 400 años antes de Moisés. Posteriormente, en el Antiguo Testamento, el diezmo se institucionalizó como parte del sostenimiento del templo y de los levitas (Números 18:21).
Razones por las que muchas personas diezman hoy
- Obediencia a Dios: Muchos creyentes ven el diezmo como una instrucción divina.
- Gratitud: Es una forma de agradecer a Dios por sus provisiones.
- Bendición: Basado en Malaquías 3:10:»Traed todos los diezmos al alfolí… y probadme ahora en esto… si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.»
- Sostenimiento de la iglesia: Contribuye al funcionamiento y misiones de la congregación.

Testimonios populares
Muchas personas afirman que, al comenzar a diezmar, vieron cambios positivos en su vida financiera, emocional y espiritual. Algunos relatan que, aun en escasez, sus necesidades fueron suplidas. Historias como «diezmé con fe y apareció el trabajo que buscaba» o «mi negocio prosperó después de honrar a Dios con mis ingresos» son comunes entre quienes practican este principio.
Mitos comunes sobre el diezmo
- «Es solo para el Antiguo Testamento»
Aunque fue establecido en la Ley, Jesús mencionó el diezmo en Mateo 23:23, sin abolirlo, sino señalando que debe ir acompañado de justicia y fe. - «Solo el dinero cuenta»
En tiempos bíblicos se diezmaba de cosechas y animales. Hoy, puede incluir tiempo, talento o bienes. - «Es obligación para salvarse»
El diezmo no es un requisito de salvación, sino una expresión de obediencia y corazón agradecido. - «Es solo para pastores ricos»
Bien administrado, el diezmo apoya a misioneros, labores sociales y mantenimiento de espacios comunitarios.
Creencias populares
- «Dios multiplica lo que das con alegría.»
- «No se trata de dinero, sino de corazón.»
- «Dios no necesita tu diezmo, tú necesitas honrarlo.»
Conclusión
El diezmo es mucho más que una tradición religiosa; es una disciplina espiritual que conecta la fe con la administración de los recursos. Lejos de ser una carga, representa una oportunidad para demostrar confianza en Dios y participar en su obra. Ya sea que decidas practicarlo o no, entender su origen y propósito te ayudará a ver el diezmo como una semilla que trasciende lo material y toca lo eterno.
Más allá de la práctica en sí, el diezmo también puede ser una herramienta para cultivar la generosidad, el desapego material y la solidaridad con los demás. Al compartir con la obra de Dios, nos volvemos parte activa del impacto espiritual y social que muchas iglesias y comunidades logran a través del amor al prójimo.
¿Tú diezmas? Cuéntanos tu experiencia o lo que piensas de este tema en los comentarios.